Somos diferentes
Las personas que te rodean tienen como tú, su propia forma de ver al mundo, respetar eso te hace mejor.
Qué difícil es aceptar la opinión de otros, sobretodo si es contraria a la nuestra. Igual sucede con la cultura, ella marca nuestro actuar, nuestros pensamientos y en estos tiempos de globalización en donde gracias a la tecnología cada día estamos más conectados con otras personas que tienen costumbres muy diferentes, el respeto por el otro cobra mayor importancia para poder convivir en paz.
Basta con ver lo que sucede en casa, el solo hecho de vivir en pareja es algo complicado y más aún cuando uno de los dos es poco tolerante, aunque la cosa se pone peor cuando ambos comparten esa debilidad. La tolerancia tiene que ver con el respeto que tenemos por lo que la otra persona piensa. Imagínate si en la unidad mínima de la sociedad que es la familia, pasa. Qué quedará para una sociedad completa en donde el asunto es aún mucho más complejo. Cuando la familia crece el problema cobra mayor dimensión y eso en gran medida tiene que ver con el tiempo que se pasa junto al otro, es por eso de suma importancia que las personas tengan su propia vida y no lleven la vida del otro, hablo de la pareja y los hijos.
El cultivar la independencia personal es un aspecto de gran relevancia para poder superar esas intolerancias que en ocasiones pueden terminar con problemas graves en la familia. Un padre que no le habla más a su hijo porque vive con una mujer con quien no se ha casado, o una madre que no perdona el hecho de que su hija haya decidido ser modelo y no ingeniero. La falta de tolerancia destruye la vida de las personas, pasa en el trabajo, con los amigos, con los hijos y como he comentado, en la familia.
Un amigo que tiene una cerrajería me comentó alguna vez, que en su trabajo se veían cosas increíbles. Mujeres cambiándole la cerradura a la casa porque habían tenido un pleito con su marido y no quería dejarlo entrar, era tal la necesidad que estaban dispuestas a pagar lo que fuera. En otra ocasión un hombre de unos 60 años mandó a cambiar la cerradura del cuarto de su hijo porque había descubierto que estaba saliendo con una joven que no le convenía, pertenecía a una religión que él detestaba.
Los niveles de intolerancia de las personas hacen que hagan cosas que pudieran parecer hasta risibles, en el fondo se esconde un gran monstruo que va socavando sus relaciones y van cerrándole las posibilidades de tener una vida más tranquila y más sana. Pocos reconocen el problema y quienes lo hacen en un bajo porcentaje buscan como cambiarlo. Solo suelen decir que así son ellos y quien los quiera debe aceptarlos tal como son, eso es algo muy fácil de decir, que bueno que lo acepten a uno como es; pero ¿Qué tal que nosotros también hagamos lo mismo? Eso no suena tan sencillo ¿Verdad?
Cultiva la tolerancia, respeta otras formas de pensar, eso significa que debes entrenarla, ejercitarla a diario y si no puedes tu solo entonces sería bueno buscar ayuda profesional, ser tolerante te acerca a tener una vida más feliz, prueba un poco y te darás cuenta.